Eclipse.

Hoy quiero despedirme.

No sé si con lágrimas en los ojos o con gritos de alegría. No lo sé.

Nunca he sabido si estaba en lo cierto. Si me equivocaba o dejaba de estarlo. Nunca he sabido qué hacer. Mucho menos qué pensar.

Te escribo sentada en la alfombra en un momento de inspiración, en el que me apetece dedicarte esto.

Una despedida que, conociéndonos, nunca llega a serlo.

Con un gesto, una palabra o con una mirada de esos ojos impenetrables, puedes hacerme reir o llorar en cuestión de segundos. Ya lo sabes.

Y lo más increible, es que nunca supe ni creo que llegaré a saber el motivo real de todo esto. De todo lo que me envuelve en ti.

Sí. Cierto. Más que otra cosa, esto parece una declaración de amor.

Y no irías mal encaminado si pensaras que hace un par de días tenía ganas de besarte. Sorprenderte.

Me has hecho pasar del amor al odio y del odio al amor en un parpadeo. Nunca lo he entendido.

No quiero robarte más minutos de tu maravilloso tiempo.

Adiós y hasta siempre. Dakipakasa nunca te olvida.

　

　

　

　

　

　

　

　

　

　

　

　

Ya no sale el sol

Se nos fue Septiembre, y con él, todas las penas y alegrías.
Llega Octubre y doy por concluido este verano 2012. Un poco tarde, lo sé, dejadme.

Un verano más cargado de emociones que un vaso de ron.

Un verano de lágrimas. De pena. De emoción. Muchas.

Completo de reflexiones y miles de dudas.

Un verano en el que he perdido amistades y otras se han reforzado.
Quizás las olas gaditanas del 29 de Julio supieron golpear mi cabecita, destapando la caja de Pandora.
DEMOSTRÁNDOME la cruda realidad y no cegándome. Controlando mis impulsos y emociones..
Alejándome de apariencias y siendo sincera conmigo misma. Supongo...

Un verano que no ha sido el mejor. De Badajoz. El de Albur sí que lo ha sido. Ay Angelito Angelito....

Y por fin, llegaron las clases, de la mano de las lluvias y el frío.
Las reconciliaciones tan deseadas. Ese bebé que se cree un gato...

Es hora de hacer balance, y la media sale aprobada. ENHORABUENA.

Look at yourself

Aquí estoy, no sé ni quien soy.

Aquí estoy, vivo y coleando.

Aquí estoy y cuenta me doy que ya voy mi cuerpo formando.

Que tengo dos pies para morir de pie, que es mejor que vivir de rodillas.

Un cara, que es la que hay que tener para no poner la otra mejilla.

Los dos brazos son pa los abrazos.

Pa aprender tengo estos dos oidos

Y esta boca es la puerta de mi libertad para expresar y sentir que estoy vivo.

En mis manos ya poseo cinco dedos, suficientes pa contar aquellos amigos más amigos, los amigos de verdad.

Y estos dos ojitos, pa que son? Pa clavar mis ojos de reojo a quien me llegue al corazón.

Y el corazón, el día que me haga un hombre lo voy a repartir: pa la dama que me ame, la que me haga sentir; pa quien me dio la vida y pa quien se la di

Y el corazón, sacármelo del pecho despues de morir, dádselo a quien el suyo le cueste latir para vivir.

　

　

　

　

　

Puedes

Si alguien te roba un día la felicidad, y te ves solo y abandonado, y no resistes más dolor ni pesadilla, vente conmigo, vente y déjate llevar y verás cómo es la vida....cuando la vivas de verdad

Se acabó el cuento.

Hablan. Hablan. Hablan.
Les encanta hablar y disfrutan con ello.
No tienen ni puta idea de nada, pero ellos siguen.


Cuéntales tus problemas, tus inquietudes y pídeles que sean discretos. Al día siguiente saldrá retransmitido por la 1.
Ellos hablan. Sin miedo. No tienen nada que perder y ganan en cotilleos, en marujeo y chinchorreos varios.


Pero las jirafas no somos tontas, aunque tengamos ciertas limitaciones.
Y hasta aquí llegó todo esto.
Mi paciencia tocó fondo, y es un fondo rocoso y algo desagradable.


Mis inquietudes. Mis penas. Mis dudas y sentimientos, quedan para siempre guardados en el cofre más interno dentro de mí.


Enhorabuena por vuestra labor, lenguas bífidas.

Hasta que salga el sol.

Mourinho. Según él, el más grande.

Para mí, un simple arquitecto. Un enano de dos años. Un Capitán Garfío. Unos ojos azules....¿o eran verdes?

Somos diferentes. Él es jugador de fútbol y yo....bueno....yo cuando llega febrero agarro mis puntas, y bailo sobre acordes de guitarra.

Es la única persona que conozco (que no son pocas) que sabe decir las cosas claras y directas. Sí. No se anda con chiquitas y lo suelta todo. Sin tapujos de ninguna clase.

Sabe darme dos buenas leches cuando las merezco y bajarme a la Tierra cuando me voy de ruta por Andrómeda y Casiopea.

Y aunque me cueste reconocerlo, en todas y cada una de sus palabras, hay un trocito de verdad. Nunca falla, o casi nunca jeje, ¿contento?

Hoy, esta que te escribe, quiere agradecerte todo esto y más.
Desea darte las gracias por cada grito.
Por cada bronca.
Gracias por cada abrir de ojos.

Te debo unas cuantas.

Y sí, otra vez tienes razón si piensas que no sé escribir, pero es otra forma de agradecimiento y si lo piensas bien....un punto más para los de letras ;)

Te quiere, tu jirafa. La más inmadura de todas.
　
　
　
　
　
　

Lo tienes delante. Observa.

La encontré.

Encontré la clave de la felicidad.

Tantas veces buscada y tan pocas encontrada.

Bien, la respuesta está en la naturaleza.
No me lo digas....¿te he descolocado, verdad?
Me lo temía, pero espera. Aguarda unas líneas más.

Estoy segura de que conoces la relación entre plantas y animales dentro de un ecosistema. Tu desconcierto en estos momentos es aun mayor. Me encanta.

Y apuesto a que si te digo la palabra....SIMBIOSIS, te pierdo todavía más.

Ya está. Ahí la tienes. La clave de tu felicidad. La clave de la felicidad: SIMBIOSIS.

A todo esto.... ¿sabes en qué consiste, no?
Es sencillo. La RAE y numerosos libros científicos, definen la SIMBIOSIS como la relación estrecha y persistente entre organismos de distintas especies.

Supongo que mil preguntas te atacan ahora.
Y yo, siento decirte que no hay respuesta posible para ellas.
Debes contestarlas tú mismo. Adelante. Eres capaz. Eres fuerte. Me lo has demostrado en varias ocasiones.
Un único sentimiento para resolver esas dudas.

Ahí llevas una pista: El Gato con Botas.
Difícil?
No mucho.