ÉL

ÉL
Un amor para toda la vida.

Si pudiera explicarte qué se siente

Si pudiera explicarte qué se siente
NO VALDRÍA LA PENA BAILARLO

jueves, 27 de enero de 2011

Amara Tela-Pela

Escribirte esto no tiene mucho sentido. Todo lo que quiero que sepas ya me encargo de decírtelo día tras día.
Tan solo pretendo resaltarlo y quedártelo aún más claro si cabe.

Te quiero. ¿Cómo en dos palabras pueden esconderse tantos y tan diversos sentimientos?
Un TE QUIERO puede significar amor, pero también odio, desafío.
Puede hacernos reír y llorar a partes iguales.
Un TE QUIERO nos puede llenar de la misma manera que nos hace sentir un vacío irremplazable.
Con un TE QUIERO lo dices todo sin decir nada.
Lo puedes demostrar o simplemente dejar que tus palabras se las lleve el viento...
Yo prefiero dejártelo aquí escrito, para que el mundo entero abra los ojos y de una vez por todas se de cuenta de lo que tiene delante: TÚ.

VALES MUCHO MEN!

Es así.

Idiota. Así te sientes.
Sabes que ella nunca será tuya; pero ahí sigues tú, amándola desde la distancia.
En ocasiones te limitas a cerrar los ojos e imaginar que está tumbada junto a ti. Besándote. Acariciándote. Amándote. Haciéndote el amor...
También imaginas cómo sería una vida con ella. Llena de emociones fuertes, tardes interminables y noches de locura... haciéndote sentir la mujer más afortunada del mundo.
Pero vuelves a la realidad, miras a tu derecha ¿y qué encuentras? Nada. Soledad.

That's true.

Otra vez.
Esa sensación de querer que seas mía.
Me conformo con tu mirar tu fotografía, nunca habrá más.
Nunca podré decir que tus labios me pertenecieron.
Que tu piel fue mi piel.
Nunca...

Él.

Y tras mucho deliberar... ¿por qué no?

¿Por qué no luchar para lo que de verdad vivo?

¿Por qué no hacer mi sueño realidad?

Algo por lo que llevo dejándome la vida trece años...

Aún hoy sigo buscando una respuesta para todas mis preguntas.

Y es que no es fácil cuando se trata de elegir destino.

¿Debes perseguir tu sueño... o hacer lo que consideras correcto

Recuerda: la noria siempre sube.

Estoy feliz. Pletórica. Orgullosa. Despreocupada. Alegre.

Mi único fin para hoy, será disfrutar de la gente que quiero.

Hoy nada me preocupa, tan solo ser feliz.

Pensaré en lo que tengo y deseo.

Me olvidaré de todo por un día y me pararé a contemplar lo maravillosa que es la vida. El sol. Las nubes. Los árboles.

Hoy recordaré todo aquello que por simple que parezca, forma parte de nosotros. Ese enano que se dirige todos los días al colegio, con el característico traqueteo de su mochila. La señora mayor que baja la basura a diario en alpargatas.
Eso es vida. Ser feliz.
Y, cierto día, cuando tus sentimientos cabalguen a lomos de la desesperanza; recuerda lo que un buen amigo me dijo una vez; la noria siempre sube ;)

23:57h

Es de noche. La ciudad duerme. Tan solo los más valientes se atreven a tomar las calles con un destino aún desconocido, del que ni ellos mismos saben su final.

Ella sin embargo permanece en su habitación. Toda una vida para saber realmente qué siente, cuáles son sus ideales. Está insegura, con miedo de que su elección no sea la más acertada y pensando en futuros arrepentimientos. Pero no es eso lo que le preocupa realmente. Su preocupación reside en un "qué dirán".

La dichosa opinión de la gente, que va siempre por delante de nosotros; que nos maneja, que nos hace y deshace a su antojo como marionetas de guiñol.

Siente que ya no puede más y decide irse a la cama antes de que el reloj nos anuncie la medianoche.

Mañana será otro día, con nuevos problemas que resolver y obstáculos que superar.
Buenas noches.

Esa sensación que...

- ¿Conoces esa sensación?

- ¿ A qué te refieres?

- A esa sensación que experimenta tu cuerpo cuando estás enamorada y sabes que es de la persona equivocada. De esa persona que jamás será tuya.

- Vaya... deber de ser terrible. Y... ¿qué haces para enfrentarte a ello?

- Nada. Dejar que el tiempo cumpla con su deber. Pensando en ella a diario...

- Te deseo lo mejor. De corazón, te lo mereces


- Gracias.

Por cierto...

Se siente sola. Si nadie a su alrededor. Una vez más ha emprendido esa búsqueda que parece no tener fin. ¿Su destino? Él. Esa persona que con una única mirada logre despertar en ella los más bonitos y sinceros sentimientos jamás sentidos por un mortal.
Está confusa, sí. No está segura de poder llegar a la meta; la gente que la rodea ya la alcanzó hace algún tiempo y andan por ahí haciendo alarde de ello.
Por un momento decide pararse, respirar y hondo y analizar una por una todas sus palabras...

- ¡Menuda idiotez! -se dice mientras ríe
Alguna vez en su clase ha oído decir a algunos profesores eso de que todo el mundo tiene a alguien que lo complementa (su media naranja vulgarmente llamado). Que lo difícil de todo esto es dar en el blanco.
No se inmuta, es como si cada letra, cada palabra, estuviera procesándose en su cerebro y no terminara de elaborar una respuesta clara.
Por fin, ha tomado una decisión; esperar. Si todo el mundo dice que el tiempo todo lo cura, esta no será la excepción que confirme la regla... ¿no?
Se tumba sobre su cama. Se tapa con ese fantástico nórdico naranja que la protege en las noches de miedo y angustia y recuerda aquel chico de pelo moreno que por cierto... ¿qué habrá sido de él?

Ella.

Y cuando escuchas "delante, bajo, delante, cierro, arriba, cierro, al lado, cerrar..." te das cuenta de que eso es realmente lo que te da vida. Sientes que no puedes parar, que hasta que ella no calle y deje de pronunciar esas palabras mágicas e intocables para ti, no podrás parar.
Justo en esos momentos te percatas de que amas la danza y todo lo que ella supone. Como si se tratara de un movimiento casi involuntario, tus labios dibujan una sonrisa de complicidad. Una sonrisa de la cual sientes verguenza, para que me entiendan, es esa sonrisa diseñada por pequeños traviesos tras haber cometido una trastada. Pueden llamarla sonrisa traviesa. Pero sea cual sea, a mi me encanta y cuando sonrío, sé que soy feliz haciendo lo que de verdad me llena y complementa: BAILAR.
Y me da rabia pensar que amigas mías no se apuntan a ballet por los tópicos de siempre: "es que ya soy muy mayor", "es que yo no tengo flexibilidad". ¿Acaso os creeis que todas nacimos abiertas de piernas y sobre unas puntas?
Los bailarines, como los demás artistas, no triunfan por que sean los mejores, no. Sino porque le ponen ganas y empeño.
Y saben de verdad lo que quieren.