Mourinho. Según él, el más grande.
Para mí, un simple arquitecto. Un enano de dos años. Un Capitán Garfío. Unos ojos azules....¿o eran verdes?
Somos diferentes. Él es jugador de fútbol y yo....bueno....yo cuando llega febrero agarro mis puntas, y bailo sobre acordes de guitarra.
Es la única persona que conozco (que no son pocas) que sabe decir las cosas claras y directas. Sí. No se anda con chiquitas y lo suelta todo. Sin tapujos de ninguna clase.
Sabe darme dos buenas leches cuando las merezco y bajarme a la Tierra cuando me voy de ruta por Andrómeda y Casiopea.
Y aunque me cueste reconocerlo, en todas y cada una de sus palabras, hay un trocito de verdad. Nunca falla, o casi nunca jeje, ¿contento?
Hoy, esta que te escribe, quiere agradecerte todo esto y más.
Desea darte las gracias por cada grito.
Por cada bronca.
Gracias por cada abrir de ojos.
Te debo unas cuantas.
Y sí, otra vez tienes razón si piensas que no sé escribir, pero es otra forma de agradecimiento y si lo piensas bien....un punto más para los de letras ;)
Te quiere, tu jirafa. La más inmadura de todas.
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